Sobrellevando la contraria

¿Por qué te cuesta tanto demostrar cariño? ¿Piensas que es demasiado? ¿Que está fuera de tu alcance? Pues no, no lo está. Te he sentido muchas veces y no cuesta mucho, simplemente lo haces, me haces suspirar. Pero me tienes en un vaivén del "Yo puedo ser quien tu quieres que sea" y "Esto es lo que soy", dejando así que te invada el orgullo. Deja atrás el recelo, me importas mas de lo que imaginas para hacerte daño, soy yo la cobarde que intenta arriesgar, sin que me importe el final, sin que me preocupe cuantas heridas tenga que sanar. Me sentí en la cima por momentos ¿No? Eso es lo que importa. Y se que la caída de la desilusión no será leve, será compacta y profunda, pero ya no me abstengo, solo dejo que fluya.
Intento hacer las cosas bien, sigue mis huellas y no te adelantes al hecho, no voy a ceder fácilmente, no así. No hagas cosas que no quiero, no me decepciones, no seas uno más, no puedes ser igual que todos otra vez, ¡No esta vez!.

Límites

Voy al máximo de tus besos, al centro de tu cuello, besándolo suavemente, tratando de dejar "huella". No se si lo hice. Acaricio tu cabello, es tan dócil, me encanta.

Te digo cosas tontas, como "me gusta como eres, me encantas", así esperando una respuesta. Entre risas, no se da.

Siendo las 3:00 am, arriesgando la salida, se repite la misma situación dejando el palabreo de lado. Nos sentamos, me recuesto a tu lado tratando de dormir, pero no, lo único que quiero es pensar en el principio. Besos dulces, juegos inesperados. Risas, pequeños bailes y canciones que me hacen pensar en lo fácil que puede ser todo esto; sin decisiones que tomar, solo actuar.

Llegué a mi límite y la respuesta se dio. "Por eso me gustas" - ¿Por qué? - Por ser demasiado sincera.

Esa frase despertó la ilusión en mi otra vez. Y si, me gustas también, me gusta tu forma de ser. Y si quizás no te vuelva a ver, aunque quisiera, fue bueno verte en una inconcebible desvelada.